En el año 1998 aprobé la oposición bibliotecaria. Con el tiempo fui subiendo de puesto y ahora soy la encargada de una prestigiosa biblioteca. A menudo tengo que catalogar los libros y colocarlos posteriormente en el lugar adecuado. La catalogación es una de las áreas más importantes de una bibliotecaria puesto que te permite llevar un orden con precisión. Para que me entiendas, la catalogación es el proceso de selección y descripción de los elementos informativos que permiten identificar un documento y establecer los puntos de acceso imprescindibles para su posterior recuperación. Debo reconocer que yo soy toda una experta en la materia. No hay libro que se me resista. Sin embargo, aquel día no era capaz de entender y catalogar el misterioso libro que tenía entre mis manos. Había misteriosos datos y símbolos que no encontraba en ningún registro. Aquel libro no parecía de este mundo. Cuando miré en su interior vi que el lenguaje en el que estaba escrito no lo reconocía el ordenador y en internet tampoco encontré nada sobre el tema. Símbolos geométricos yuxtapuestos y extrañas criaturas entre las letras se sucedían una tras otra como queriendo formar frases y párrafos. Las observé con detenimiento y advertí como los símbolos contenían un ligero grosor. Acerqué mi dedo índice para tocarlos y al posarse sobre ellos se empezaron a mover. Rápidamente subieron por mi dedo insertándose en mi piel, como si fuera un tatuaje viviente. Desde ese momento ya no pude despegar mi dedo aquella maldita página. Me quedé allí pegada mientras las extrañas letras y símbolos se insertaban por todo mi cuerpo. Cuando el proceso parecía haber terminado recuperé mi mano y muerta de miedo la miré a la vez que la acariciaba para comprobar que estaba bien. Temerosa volví a ver las páginas del libro. Ahora ya no tenían nada escrito. No sé si fue una ráfaga de aire o el mismo libro el que agitó repentinamente todas las hojas hacia el inicio dejando ver el final del libro. Aquí encontré el siguiente mensaje:
—Llevas escrito el mensaje que
permitirá el siguiente paso de la evolución de la humanidad. Tu eres la única
persona que puede descifrarlo y que deba tenerlo.
No podía salir de mi asombro. Me
fui a casa y no salí de allí en mucho tiempo. Durante meses trate de descifrar
el mensaje, desnuda frente al espejo. Pasaron años, pero finalmente el ser
humano inició un proceso de cambio y transformación.
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