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REGALOS DE NAVIDAD

 Tomando un té en un centro comercial me pregunté por que seguimos comprando regalos en navidad. Las personas una y otra vez se reafirman en la importancia de no cumplir con los cánones sociales que la sociedad nos impone. Actualmente ¿nos los impone la sociedad? o ¿somos nosotros mimos los que no podemos dejar de actuar de la misma manera ,una y otra vez, aliviando con nuestros regalos nuestro deseo de ser bondadosos con el prójimo? ¿Por que a veces no somos capaces de romper con nuestros propios cánones y decir no, cuando lo deseamos? Este tipo de preguntas me las hacía y una y otra vez, ya sea por la presión social, o la mía propia, pues estaba cansado de rendirme en muchas ocasiones y terminar haciendo cosas que no quería, sufriendo después el chantaje emocional al que te someten unos y otros. Decidí entonces lo siguiente. Ya no iría a comprar regalos de navidad. Fui al decatlon que estaba al lado y compré todo lo necesario para hacer un gran viaje: una buena tienda de campaña, un saco de dormir, unas gafas de sol, un buen abrigo, bañadores y toallas, camisetas y jersey, zapatillas y botas. Nunca había ido tan cargado. Me sentía libre, emocionado. Rompería con todo y empezaría una nueva vida. Cuando llegué a la caja me tropecé de repente y acabé delante de una señora. Mi suegra, acompañada de mi mujer y mis hijos y demás familia. Parece que también hacían las compras de navidad. Tengo que reconocer que imaginarme romper con todo e planear mi gran viaje fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida familiar, por que después todo siguió igual. La tienda se la regalé a mi mujer y nunca la usamos. El abrigo a mi suegro, las gafas para mi suegra, los bañadores para los niños, que hubo que cambiar la talla, etcetc. Todavía hoy en día me sigo preguntando por que a veces hacemos lo que hacemos.



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